Comenzamos una nueva serie de artículos divulgativos referidos a las superficies cribantes, abordando en esta ocasión recomendaciones técnicas para maximizar la utilidad en la instalación. ¡Esperamos que sean de su interés!
Roturas en las instalaciones
A la hora de realizar la instalación de nuevas superficies cribantes o el mantenimiento de las existentes, si se detectasen roturas no producidas por desgaste en la clasificación, se deben seguir los siguientes consejos:
1. ¿Qué hacer si rompe en la zona de alimentación?
- Reparta el material sobre todo el ancho de la malla para utilizar toda la zona de cribado.
- Disminuya al máximo la altura de la caída de los productos a clasificar sobre la malla mediante canaleta mata-caídas.
- Utilice la malla más adecuada para el producto que está clasificando, puede utilizar en la primera posición de la criba una malla de goma, poliuretano o chapa perforada, las cuales tienen mayor resistencia a la abrasión.
2. Y ¿si rompe siguiendo los costillares de apoyo de la máquina?
- Recomendamos comprobar que la tensión de las mallas sea la correcta y que se revisa habitualmente. Esta es la principal causa de daño prematuro en las superficies cribantes. Si la malla no se ha tensado correctamente, la vibración de la criba hará que golpee sobre los apoyos de los paños, generando micro-fracturas que provocarán una rotura en la malla. En las mallas de tensión transversal se ha de comprobar que existe una holgura (H) con las paredes del cajón. Los plegados nunca deben tocar las paredes.
- Para que exista una tensión correcta de las superficies cribantes, cada paño de malla debe llevar su teja de tensión individual a cada lado del cajón. Cuando una teja monta sobre dos mallas es imposible que realice en ambas una tensión igual, por lo que alguna malla quedará floja.
- Mediante los sistemas de tensión (tejas) se debe conseguir que la malla forme un cuerpo único con el cajón, de no ser así la malla golpeará con el bastidor de la criba y terminará rompiéndose.
- Con las mallas de alambres gruesos -superior a 6,3 mm- es difícil que, debido a su rigidez toda la superficie de la malla apoye por igual sobre las pletinas de apoyo. Para evitar este problema es aconsejable obligar a la malla que se ciña al bastidor, para ello se debe colocar en diferentes sitios de la malla unas pletinas con abrazaderas (abarcones).
- En las mallas que llevan alambres gruesos, superiores a 6,3 mm existe la facilidad de aflojarse las tejas a pesar de haber apretado bien la tornillería, por lo que es necesario reapretar después de transcurridas unas diez horas de trabajo.
- Vigilar que siempre que se instale una malla, la goma que recubre las pletinas de apoyo se encuentren en buen estado. Cuando la goma del perfil está muy desgastada existe una holgura entre la malla y el apoyo, que facilita la rotura por golpe entre ellas. Además, con el tiempo la goma se endurece y afecta a la malla.
- Las tramas de poliuretano que llevan las mallas de anti colmatado deben coincidir con los perfiles de goma de apoyo de la criba, de no ser así además de perder superficie de cribado, podemos acelerar la rotura de la malla.
- Si la malla es de poliuretano o goma, verifique que las zonas ciegas coinciden con los costillares de apoyo de la criba.
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